En el segundo bloque de la entrevista con el profesor Andrés Luque nos aproximamos a la figura de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. En 2020 se cumplen 90 años de la muerte de un personaje fundamental para conocer la Semana Santa actual.
Pregunta: Para realizar diseños de tanta calidad y crear modelos que, aún hoy, siguen vigentes, la formación de Juan Manuel debió de resultar clave.
Respuesta: No cabe duda de que Ojeda tuvo una formación amplia y profunda, al igual que la tuvieron muchos de los dibujantes de aquella época. Hay que tener en cuenta que Juan Manuel entra en el taller de las Antúnez como aprendiz de dibujo, de manera que, en la estructura organizativa del taller, tenía por encima a un maestro que fue el encargado de formar a Juan Manuel. Por cierto, a día de hoy, no sabemos con certeza quién fue ese maestro.
En aquella época, los talleres de bordados solían tener a dibujantes asociados, en muchos casos pintores. Se trataba de personas especializadas en el dibujo para bordados en oro. Existía una fuerte identificación entre el taller y los dibujantes asociados. Tanta que el dibujante conocía perfectamente la técnica del dibujo para bordados en oro y el taller sabía interpretar correctamente el dibujo del diseñador.
Esta especialización se perdió tras la guerra civil. A partir de ahí comienzan a dibujar para talleres de bordados personas, artesanos, que no tenían la especialización que se dio en la época anterior y esto tuvo su reflejo, tanto en los dibujos, como en la ejecución.
Juan Manuel, por tanto, es hijo de esa época de alta especialización y formación en el dibujo para bordados en oro para cofradías.

Pregunta: Además de diseñador, Juan Manuel fue una persona emprendedora
Respuesta: Así es. Ojeda tuvo un claro espíritu emprendedor. Primero, no tuvo miedo en abandonar el taller de las Antúnez para montar su propio taller. La Hermandad de la Macarena pudo acometer numerosos y costosos proyectos porque Juan Manuel garantizaba la financiación. La Hermandad no tenía que preocuparse de generar los recursos, porque ya los generaba Juan Manuel que inventó, por ejemplo, las participaciones de lotería. Hay que tener en cuenta que, en la época, el precio de un décimo de lotería no estaba al alcance de muchas personas. De ahí que a Ojeda se le ocurriese la idea de las participaciones. También actuó como empresario taurino, organizando festejos en los que actuaban toreros importantes, como los hermanos Ortega, Rafael y el gran José.
Pregunta: Qué destacaría de Juan Manuel como personaje de trascendencia histórica en el ámbito de la Semana Santa
Respuesta: De Juan Manuel destacaría la capacidad que tuvo para generar escenografías. Podría afirmarse que entre Castillo Lastrucci y Juan Manuel crearon una nueva Semana Santa que no tenía nada que ver con la Semana Santa barroca. Es una Semana Santa distinta que se reinventa por completo. Juan Manuel lo cambia todo: la procesión, los cultos…
Tuvo, también, la habilidad de llevar lo culto a lo popular, lo que tiene una extraordinaria importancia porque es una empresa compleja.
En relación con esta última idea, añadiría que Juan Manuel estuvo muy bien relacionado con artistas y personalidades de su época, como Antonio Susillo, los hermanos Bilbao, Joaquín y Gonzalo, Gallito…
Fue, además, un hombre generoso y solidario que ayudó a muchas personas. No cabe duda de que, en la Sevilla del momento, fue todo un personaje.
Como rasgo de su personalidad, señalaría que Juan Manuel no escondió su homosexualidad. No hizo gala de ella, pero tampoco la escondió. Esto es algo que, situado en el contexto histórico de finales del siglo XIX y comienzos del XX, cobra toda su importancia y nos habla de una persona segura de sí misma. Digamos que actuó con la misma naturalidad que actuaba García Lorca, también, precisamente, en aquellas primeras décadas del siglo XX.
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