Antoine Cas, es el autor del cartel de la Hermandad del Carmen que se presentó ayer. Llegó hace poco tiempo a la cartelería cofrade, pero lo ha hecho con indudable éxito. En poco tiempo, su elegante obra ha llamado la atención y se ha abierto un hueco. Pinta desde sus estudios en la ciudad de Sevilla, en la Sierra Norte de la provincia hispalense y en su Cádiz natal y trabaja con galerías de Barcelona, Sevilla y Francia. Próximamente, expondrá un trabajo en la Diputación de Sevilla que quedó interrumpido por la pandemia. Seguidamente, hablamos con Cas sobre su obra y sobre el cartel que ha realizado para la Hermandad del Carmen.

Pregunta: Usted llega a la cartelería cofradiera hace poco tiempo. ¿Cómo fue?
Respuesta: Fue por casualidad, a través de un amigo periodista, Javier Comas, que trabaja para el portal y la revista de ABC ‘Pasión en Sevilla’. Conocía mi obra y me propuso realizar el cartel de la revista correspondiente al número de enero de 2019. Elaboré un dibujo del Cristo de la Coronación de Espinas de la Hermandad del Valle. El trabajo gustó y desde entonces he participado en distintas exposiciones colectivas, como las de Montañés y Juan de Mesa. Debo decir que la cartelería cofrade era un territorio desconocido para mí y desde aquel momento he hecho muchos amigos que son, además, excelentes artistas. También tengo que confesar que me ha sorprendido la repercusión que tiene todo lo relacionado con las cofradías.
Pregunta: Usted se define como un artista clásico, al que atraen el Renacimiento y el Barroco.
Respuesta: Tengo una parte clásica que viene de mi formación académica. He estudiado Bellas Artes en la especialidad de Restauración-Conservación y el aprendizaje que proporciona la titulación, sin duda, ha desarrollado el gusto que siempre he tenido por el clasicismo. También mi entorno cotidiano ayuda. Hay que tener en cuenta que mi estudio en Sevilla está junto a la casa natal de Velázquez. Pero, por otra parte, vivo en la época que vivo y creo que un artista debe ser contemporáneo. De ahí, que siempre incluya en mi obra guiños de contemporaneidad.
Pregunta: ¿Cómo entiende ese lenguaje actual que incorpora a sus obras?
Respuesta: Primero, debo matizar que el trabajo para las cofradías está condicionado por la materia de la que se trata. El mundo de lo sagrado, todo lo relacionado con las cofradías supone el marco sobre el que desarrollar la idea y, en cierta medida, representa un condicionante que conviene respetar. A partir de ahí, creo que la cartelería, que es una disciplina que está en contacto con las artes gráficas, con lo digital, con el óleo, con el acrílico…debe conectar necesariamente con lo contemporáneo. Creo que todo artista es hijo de su tiempo y su obra no puede ser ajena a esta circunstancia. Entiendo que el arte contemporáneo ayuda a crecer, porque nos aproxima a un lenguaje distinto, a veces, desconocido. Digamos, que ensancha nuestras fronteras. Por último, creo que el público, las hermandades, las administraciones…deben de ser permisivas con los artistas para que puedan expresarse con libertad y llegar a nuevas estéticas, a nuevos lenguajes.
Pregunta: ¿Qué rasgos destacaría de su faceta como cartelista?
Respuesta: Persigo la sobriedad y la elegancia. No me gustan los carteles con aire especialmente festivo. No me gusta incluir elementos que puedan distraer la atención de lo principal.
Pregunta: La Hermandad del Carmen es una Hermandad joven y la imagen de la titular es una obra reciente. ¿Estos hechos han condicionado su manera de abordar la obra?
Respuesta: Como artista, siempre me ha atraído la mística antigua. Por otro lado, la devoción a la Virgen del Carmen, además de tener una tradición de siglos, para mí es muy cercana. Mi madre y mi hermana se llaman Carmen y soy de Cádiz. Es, por tanto, una devoción que forma parte de mi vida, de mi patrimonio sentimental. Tal vez por esto, cuando el hermano mayor de la Hermandad del Carmen, Antonio Rivera, me propuso la realización del cartel, acepté de inmediato.
Pregunta: Usted ha dicho que, cuando se acerca a una obra, primero, reflexiona sobre la imagen, la persona o el hecho histórico que la protagoniza y, finalmente, se queda con la sensación última que le ha dejado la investigación que ha llevado a cabo ¿Qué sensación le ha dejado la investigación sobre la Virgen del Carmen?
Respuesta: En este caso, he tenido menos tiempo del que acostumbro para realizar un trabajo. Para mi, este tiempo previo constituye una fase importante dentro del proceso creativo. En este caso, la imagen, pese a ser reciente, me ha trasladado que será una imagen que va a despertar mucha devoción. Y por lo que he podido estudiar, tengo claro que la Hermandad del Carmen está cuidando con mimo todos los detalles. Esa devoción y ese mimo han sido las sensaciones que, por encima de otras, me han quedado. Por eso, he utilizado el cristal. Porque me gusta el efecto que crea el reflejo en el cristal, junto a la imagen, de la persona que contempla la obra. Y, además, para subrayar la luminosidad, he utilizado tinta dorada, que no suelo emplear, porque la paleta que utilizo es restringida. Pero con la tinta dorada he querido reflejar el mimo que la hermandad está poniendo en todo lo relacionado con la Virgen.
Por otro lado, diré que, siempre que pinto una imagen, procuro resaltar la parte que más llega a las personas que le rezan. Todas las imágenes tienen unos rasgos que llegan más. En el caso de la Virgen del Carmen, me ha llegado de manera especial la sensación de reposo, de movimiento armónico que tiene el conjunto.
Pregunta: El cartel anuncia un año singular, en el que no habrá procesión ¿Ha marcado, en cierto modo, esta circunstancia la obra?
Respuesta: Sin duda. De haberse tratado de otro año, la obra habría sido completamente distinta. Habría reflejado la alegría propia de la festividad de la Virgen del Carmen, que son para mí días muy bonitos; habría pintado a lápiz o a carbón y habría imprimido mayor movimiento a la composición; el trabajo habría sido más intuitivo, más suelto; habría mezclado más materia…Para mí, la pintura tiene mucho que ver con los estados de ánimo, con los sentimientos y creo que era el momento de observar lo que nos rodea en esta precisa coyuntura. Entendí que este año no había procesión pero, en cambio, sí tendremos a la Virgen.
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