El Consejo de Hermandades desveló ayer el cartel anunciador de la Semana Santa 2021, una maravillosa obra de Antoine Cas. El Boletín ha charlado con el autor, que ha explicado cómo fue el proceso de elaboración de la pintura y ha descifrado las claves que ayudan a comprender el cartel.

Pregunta: ¿Cómo te encuentras en relación a tu obra? ¿Qué sensaciones tienes?
Respuesta: Termine la obra tras las Navidades y, a medida que han ido pasando los días, las sensaciones han ido a mejor. Con el cartel he sacado de mi interior cosas nuevas y he dado de mí recursos y técnicas que no había utilizado habitualmente, como mezclas de estilos y materiales. De esta forma, he buscado que la obra tenga impacto y sea capaz de centrar la atención del espectador. El cartel es un género que no he tratado mucho y he querido innovar. Por esto, el proceso creativo ha resultado muy positivo y estoy satisfecho con el resultado.
Pregunta: La última vez que hablamos, comentaste que tenías una idea muy clara del cartel, pero que eras muy meticuloso y debías perfeccionarla ¿Cómo llegaste a esa idea tan clara?

Respuesta: Primero, me empapé de la Semana Santa de Huelva y luego trabajé la idea hasta exprimirla y obtener el resultado buscado. Un cuadro tiene que decir algo, tiene que contar cosas. Hay que tener en cuenta que la Semana Santa de este año volverá a ser especial. No habrá pasos en la calle. De ahí que buscara un cartel muy rotundo, capaz de recordar al cofrade onubense aquello que añora. He procurado quedarme con la esencia. Para ello realicé muchos bocetos con diferentes ideas. Ciertamente, hay mucho trabajo detrás de la obra. El proceso seguido puede compararse con el rodaje de una película: se acumula mucho material, pero no todo tiene cabida en la cinta por lo que es preciso realizar una selección sobre lo esencial. Para mí esa esencia que lo resume todo es la imagen del Nazareno en la Madrugada. Es como el cénit de la Semana Santa. Porque cada cofrade tiene su hermandad, pero todo el mundo, de alguna forma, es del Nazareno. De ahí que me haya decantado por esta imagen y haya querido plasmarla de forma poderosa, capaz de llegar a todo el mundo. La primera idea que tuve fue pintar un Crucificado. Pero entendí que no era eso lo que debía contar, lo que necesitaba un momento como el que vivimos. No obstante, me parecería interesante dar a conocer todo el material que he producido durante el proceso creativo.
Pregunta: Antoine, descríbenos la obra, por favor.
Respuesta: El cartel está presidido por la imagen del Nazareno a tamaño natural, porque quería plasmarlo de forma poderosa. De la imagen me ha llamado la atención la zancada, el pie izquierdo que adelanta como queriendo decir: “hay que seguir. Vamos hacia delante y dejemos atrás los problemas”. Esta idea que me trasmite la zancada del Nazareno, me pareció muy apropiada para el momento actual. El Cristo se representa sin la cruz, porque era un elemento que no encajaba en el discurso de la obra. He querido relajar la composición, pensando en el espectador. De ahí que haya eliminado elementos accesorios para centrarme en lo esencial. No obstante, la cruz sí aparece, insinuada, de fondo. La imagen del Cristo se representa con las manos atadas y sin potencias, pero ataviado con la túnica bordada, en señal de su realeza.
El Nazareno centra la obra y a su alrededor he trabajado a base de manchas, de forma expresionista. Con este recurso he pretendido centrar la mirada en lo esencial. A ambos lados del Cristo se insinúan las imágenes de María Santísima Madre de Gracia, de la Hermandad de la Santa Cruz, la Magdalena de la Hermandad de la Redención. Con estas imágenes he tratado de recoger la importancia del amor. Del amor de María hacia su Hijo. Del amor de la Magdalena hacia Jesús. Y del amor de Jesús a toda la humanidad. En cierta medida, el cartel es como un poema al amor.
Tuve claro que debía incluir a la Magdalena como una referencia a la mujer cofrade y al lugar que, sin duda, le corresponde en la Semana Santa. Creo, además, que la Magdalena tuvo un papel destacado en la vida de Jesús, quien le dijo: “ve con ellos y sé mis manos”. Esta sola frase plasma la enorme confianza que Jesús depositó en la Magdalena: “sé mis manos”.
También he incluido en la composición los ángeles ceriferarios de la Hermandad del Calvario, que representan la luz y la guía y están dibujados con trazos de carbón.
El color tiene importancia en el cartel, como en toda mi obra. La paleta del cuadro es muy restringida, algo que también es característico en mí. Pueden diferenciarse dos partes: la superior contiene colores turquesa, ámbar, rosáceos…colores alegres de la Cuaresma que llega. En la inferior predominan los rojos, tierra, púrpura…que hacen alusión a la Pasión de Cristo y al cansancio y la nostalgia que invaden al cofrade conforme avanza la Semana Santa.
El lienzo tiene unas dimensiones de 2 metros por 1,50 metros. Me gusta trabajar en este tipo de formato. Creo, además, que la pintura tiene que expresarse así y que este formato le va muy bien al cartel, que no puede ser una anécdota, sino que tiene que sobrecoger, que emocionar, igual que emociona un paso en la calle. La obra está enmarcada en cristal y, en cuanto a las técnicas, he utilizado óleo, acrílico, pastel, carboncillo y gouache.
He buscado que el cartel lance un mensaje optimista y de esperanza, que transmita que el año próximo sí habrá Semana Santa. En suma, he intentado reflejar el cartel que el onubense necesita en unas circunstancias tan extraordinarias como las actuales, todo hecho con el mayor cariño a Huelva y sus hermandades.
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