El Boletín ha charlado con Antoine Cas, días después de su designación como cartelista de la Semana Santa de Huelva de 2021, para conocer sus sensaciones y primeras ideas en torno a este importante encargo.

Pregunta: En primer lugar, permítame preguntarle por sus sensaciones ¿Cómo se siente tras su designación como cartelista de la Semana Santa de Huelva?
Respuesta: Muy ilusionado. Ilusionado por distintas razones. Primero, porque Huelva es una ciudad especial para mí. Pero, también, porque Huelva, en los últimos años, ha elevado el listón de la cartelería cofrade. La Semana Santa de Huelva cuenta con un plantel de cartelistas que son excelentes pintores contemporáneos que están realizando aportaciones muy interesantes a este género. Formar parte de esta nómina me llena de orgullo. Sinceramente, en cuanto a la cartelería, creo que pocas cosas mejores me podían pasar que ser designado cartelista de Huelva.
Pregunta: Realizó su primera obra para cofradías en enero de 2019. En menos de dos años es cartelista de la Semana Santa de Huelva. Su carrera en esta disciplina es meteórica, ¿no?
Respuesta: Sí, ha ido todo muy rápido, porque en lo relacionado con las cofradías todo tiene mucha repercusión. Podría decirse que la obra se ‘vende’ sola. Además, he llegado a la cartelería sin buscarlo, por casualidad. Pero, aunque mi incorporación a este género ha sido relativamente reciente, me gustaría recordar el bagaje que tengo como pintor. Creo que es este bagaje lo que avala mí designación. Por otro lado, que mi obra como cartelista no sea abundante, puede resultar positivo. Ese componente de novedad puede venir bien.
Pregunta: ¿Cómo se definiría cómo cartelista? ¿Qué tipo de cartel le gusta?
Respuesta: Creo que, mejor que yo, me define mi obra. Puedo ser figurativo, abstracto, puedo variar la morfología…la creación está vinculada a las circunstancias y hay que ser versátil. Es fundamental tener un amplio manejo de los distintos recursos. Me parece que lo bonito es la imaginación, dejar que fluya la conexión con la ciudad y que fluya también toda la información que sea capaz de extraer en el proceso de investigación previo. Es cierto que el cartel, en cuanto género, ya establece una serie de requisitos que deben ser tenidos en cuenta. El cartel, por ejemplo, cumple una función y esto requiere de un lenguaje que pueda ser interpretado. Como pintor me gustan la sobriedad y la elegancia, eliminar de la obra todo lo que aturde. Pero, como digo, no creo que deba definirme. La creación de un cartel es un proceso muy intenso en el que valoro muchos elementos y esa valoración o combinación puede deparar resultados muy dispares.
Pregunta: Usted no solo se dedica a la pintura para cofradías ¿En qué medida el cartelista está influenciado por la obra personal del pintor? ¿Cómo es ese proceso?
Respuesta: Yo me considero pintor, creador. El cartel es un género más de la pintura. Un género que queda englobado en la pintura. Por esto considero que antes de cartelista hay que ser pintor. Hay que tener una base, un bagaje. Quedarte solo con el cartel o con el cartelista es dejar muchas cosas por detrás. Para mí la base de todo está en la creación y entiendo que el proceso creativo debe estar necesariamente ligado a lo contemporáneo. No hacerlo, a mi juicio, es ir contracorriente.
Considero también que para la cartelería es positivo contar con pintores con bagaje, que tengan currículum detrás. De lo contrario, se corre el riesgo de que el cartel resulte poco creativo y poco actual. Hace poco leí que “el artista viene del futuro para contar cosas”. Me identifico plenamente con esta idea que sitúa al creador más allá del momento presente. Me parece un requisito imprescindible para que la obra de cualquier creador tenga interés y aporte. En la cartelería no hay que ser conformista. No se trata de pintar una imagen de una Virgen o un Cristo de manera artística. Hay que ir más allá e intentar aportar.
Aunque me exprese de esta forma, mi formación es muy académica y está ligada a los clásicos, a los maestros del Barroco y del Renacimiento. Pero mi mundo no es ese. Mi mundo es un mundo actual y debo expresarme conforme a ese mundo actual.
Pregunta: El cartel para 2021 encierra una dificultad. Debido a la pandemia, el horizonte está marcado por la incertidumbre. No sé sabe aún si habrá o no procesiones, cómo será la celebración…Además, hay que tener en cuenta que debe entregar el cartel en el mes de enero, es decir, casi 3 meses antes del comienzo de la Semana Santa ¿Estos factores suponen un inconveniente?
Respuesta: Sí, suponen un inconveniente. Pero jugar con la dualidad de la incertidumbre y la esperanza puede tener mucho jugo. Creo que la clave está en encontrar una idea, un significado que funcione perfectamente desde el primer momento y en todos los escenarios.
Me gusta comparar la Semana Santa con una caja de música. Cuando permanece cerrada sabemos que tiene la música en el interior y también sabemos que cuando la abrimos, suena. Creo que debemos extraer lo positivo de la actual coyuntura y mantener viva la llama. Debemos ser optimistas. Realistas, pero optimistas.
Pregunta: ¿Tiene ya definida la idea que quiere plasmar en el cartel?
Respuesta: Sí, tengo una idea muy definida. Pero ahora toca depurar y versionar una y mil veces hasta dar en la diana. Soy meticuloso en el proceso creativo. Versiono y versiono hasta que llego al punto exacto que busco. Quiero un cartel que ilusione, poderoso; un cartel que aporte a la ciudad y a la Semana Santa de Huelva; que hable de Huelva como una ciudad abierta y conectada a la modernidad.

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