
A las 20,40h, Juan José Asenjo, en nombre del Papa Francisco, dio posesión a Santiago Gómez Sierra como obispo de Huelva. Le hizo entrega del báculo y, seguidamente, con él en la mano, Gómez ocupó la sede entre la ovación de los presentes y el alegre repique de campanas que anunciaba la buena nueva a la Diócesis. De manera formal, había quedado expresada la continuidad pastoral y la sucesión apostólica en la Diócesis Onubense.
Santiago Gómez había llegado a la Catedral minutos después de las 20,00h, siendo recibido a las engalanadas puertas por Juan José Asenjo y José Vilaplana entre el tañer de campanas. El primero, presidiendo el ceremonial, le presentó a Gómez el Cabido de Huelva, presidido por el deán, José Arturo Domínguez, diciendo: “exhorto e invito a acogerlo con espíritu sobrenatural. Bendito el que viene en nombre del Señor”. Seguidamente, Gómez besó la reliquia del Lignum Crucis que se le presentó y el cortejo litúrgico hizo su entrada en la Catedral, que presentaba limitado el aforo, como imponen las medidas de prevención de la pandemia.
La ceremonia, con presencia de autoridades civiles y representación del clero diocesano, resultó medida y estuvo ordenada por las indicaciones de Diego Capado, capitular prefecto de liturgia de la Diócesis.
José Vilaplana, desde ayer obispo emérito de Huelva, en su intervención, dio la más cordial bienvenida a Gómez, al que agradeció que quisiese venir cuanto antes a servir en su nueva Diócesis y al que se dirigió: “te acogemos cordialmente como el que viene en nombre de Dios”.
Gian Luca Perici, en nombre del Nuncio Apostólico en España, Bernardito Cleopas, transmitió la felicitación y enhorabuena al nuevo obispo y le expresó ánimo para el trayecto del ministerio episcopal que ahora comienza. También tuvo un recuerdo para Vilaplana, al que agradeció sus servicios a la Iglesia desde la Diócesis en los últimos 14 años.
Por indicación de Juan José Asenjo, arzobispo metropolitano, el secretario de la Diócesis, Manuel Jesús Carrasco Terriza, hizo lectura de las letras apostólicas y, seguidamente, se celebró el rito de toma de posesión, en el que se incluyó un gesto de adhesión y obediencia al nuevo obispo por parte de representantes de la Iglesia Diocesana. A continuación, Gómez tomó la palabra para agradecer la asistencia a los presentes y, en particular, al obispo José Vilaplana; al cardenal Carlos Amigo; al arzobispo metropolitano, Juan José Asenjo; y a Gian Luca Perici, consejero primero de la Nunciatura Apostólica en España.
Levantó acta del ceremonial Manuel Jesús Carrasco Terriza.
El rito concluyó con la celebración de la eucaristía, la primera que ha presidido el sexto obispo de la Diócesis de Huelva, Santiago Gómez. En su homilía expresó que, con el acto, celebraba su vínculo nupcial con la iglesia particular de Huelva. También recordó que el obispo, los sacerdotes y los fieles han de trabajar para hacer de las parroquias y realidades pastorales lugares en los que se experimente la presencia de Dios. Y señaló que el compromiso social y la opción por los pobres tienen una vinculación directa con el Evangelio.
Todo en el transcurso de un acto medido, pero sin encorsetamientos. Un ceremonial que ya es historia de la Diócesis. Feliz etapa.
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