
Continúan las opiniones cruzadas y contradictorias en torno a las procesiones. La semana pasada, el consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, tras la celebración de una sesión extraordinaria del consejo de gobierno, adelantó que, con el final del estado de alarma y la llegada de la nueva normalidad, la competencia para autorizar la celebración de procesiones, corresponde a los Ayuntamientos. Días después, Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y presidente de la Diputación de Sevilla, discrepó del consejero Aguirre y señaló que tal competencia corresponde a la Junta de Andalucía y no a los ayuntamientos. Para generar más confusión, el consejero Aguirre afirma ahora que, atendiendo a la instrucción que hace semanas cursó la Junta de Andalucía instando a la suspensión de ferias y romerías durante el verano, ningún ayuntamiento autorizará la celebración de procesiones. Por si fuera poco, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Luís Argüello, puntualiza que, con las oportunas medidas de seguridad, las procesiones podrían celebrarse. Entre tanto, el virus no parece rendirse.
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