
La Hermandad Sacramental de los Remedios de Villarrasa ha levantado un interesante aparato de cultos con motivo de la Novena en honor de la patrona, que destaca por la calidad de las piezas que se exponen, su cuidado programa simbólico, así como por la sencillez que suele acompañar a la elegancia.
La Virgen se presenta sobre su tradicional peana, revestida con manto blanco de tisú bordado en oro e iluminada por candeleros de Seco Velasco y otros dos, del siglo XVIII, ejecutados en plata. La imagen se enmarca en un dosel rematado por gotera de terciopelo con bordados en oro, que es sostenida por varales de madera dorada del siglo XIX.
En la mesa de altar llama la atención el frontal de plata labrado a martillo, donación de 1675 del devoto Pedro Ximenez.
A modo de manifestador, según ha explicado la corporación, se ha situado un arcángel del siglo XVIII sobre peana de plata de la misma época. Para que represente a Gabriel, se ha dotado a la talla de determinados atributos, como un ramo de flores de talco y filacteria con la inscripción ‘Ave María’.
En las gradas se han dispuesto los ángeles del paso procesional, provistos de símbolos de las virtudes marianas.
El frontal se ha vestido con tejido de tisú de oro bordado en plata y sedas de colores del siglo XIX.
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