
El Boletín inicia hoy una sección que pretende contribuir a divulgar el patrimonio de las cofradías de la provincia, no siempre conocido pese a estar plagado de obras de arte excelentes. Comenzamos la sección con una obra de imaginería: la talla del Cirineo de la Hermandad de los Nazarenos Negros de Valverde, realizada por Sebastián Santos (1895-1977) en el año 1947.
Cuando Sebastián Santos, onubense de Higuera de la Sierra, recibe el encargo de ejecutar la talla del Cirineo, ya había trabajado para la Hermandad de los Nazarenos Negros. En el año 1942 había esculpido la imagen de la Virgen de la Soledad y un año más tarde realiza una intervención sobre la imagen del Cristo de las Tres Caídas, obra anónima del siglo XVII de excelente factura a la que acompaña en el paso la imagen del Cirineo. Su relación con Valverde viene a través de su mujer, Francisca Calero, natural de la localidad, en la que el matrimonio vivió en los meses iniciales de la Guerra Civil.
Sebastián Santos Calero, que además de ser hijo del autor, es también escultor y catedrático de Escultura en la Facultad de Bellas Artes en la Universidad de Sevilla, enmarca la obra del Cirineo, dentro de la trayectoria de su padre, en la etapa creativa que comprende el período 1937-1950, en la que encontramos a un artista maduro que fusiona el neoclasicismo, del que capta la fuerza y la belleza estructural, y el romanticismo, lo que se aprecia en la expresividad de las imágenes. Es también una etapa influenciada por el sentimiento religioso que marcó a Sebastián Santos durante su vida, «con el mundo de la iglesia y su variada iconografía».
Sobre la talla, Sebastián Santos Calero explica, en su tesis doctoral, que tiene gran fuerza y valor expresivo. En particular, destaca el estudio anatómico y, más concretamente, la musculatura de los brazos. En el tratamiento de las telas, aprecia el virtuosismo característico del autor. La encarnación, en tonos ocres, según Santos Calero, es también identificativa de Sebastián Santos. La imagen está inspirada en el Cirineo de la Hermandad sevillana de San Isidoro, realizada en 1688 por Francisco Antonio Gijón.
Como curiosidad añadiremos que el contrato con el imaginero lo suscriben, por parte de la hermandad, el hermano mayor, Manuel Romero Pérez, y el mayordomo, Diego Romero Pérez. La talla se encarga en buena madera, de tamaño natural, de estilo barroco y policromada. En el mismo contrato se encargan, para el paso del Nazareno de la cofradía, dos arcángeles de 65 centímetros también en estilo barroco. Al tiempo, se especifica que el imaginero regalará la imagen de una Inmaculada, dorada y estofada en oro fino, para el Simpecado de la cofradía. El documento tiene fecha de 8 de octubre de 1947.
La imagen del Cristo de las Tres Caidas es de 1790.
La del Cirineo es copia del de San Isidoro de Sevilla, de Ruiz Gijón.