
El auge de la Semana Santa de Huelva se explica con rotundidad a partir del crecimiento patrimonial de las cofradías, que, en aquel tiempo, entran en una dinámica de renovación constante. Todos los años se suceden estrenos relevantes, algunos con la firma de los principales artesanos de Sevilla. La situación contrasta radicalmente con la que existía en los años anteriores, cuando la prensa local lamentaba el poco lucimiento que la Semana Santa tenía en la ciudad.
Para explicar de manera clara el crecimiento patrimonial que se registra en aquellos años, seguidamente, daremos cuenta de los estrenos más destacados de cada una de las cofradías en los años comprendidos entre 1912 y 1919 porque, como hemos reiterado, a partir de 1912 y 1913 puede identificarse el punto de inflexión en cuanto al interés por el patrimonio y su engrandecimiento. Advertimos que el resumen resultará apretado, sin que quepa lugar, por razón de espacio, a los siempre oportunos comentarios. Pero el propósito ahora no es otro que ilustrar de manera clara la mejora patrimonial que caracteriza a los años estudiados.
Pasión
La Hermandad de Pasión realiza su primera salida en 1919. Por lo tanto, apenas participa del período analizado, aunque señalaremos que aquel año la imagen del Nazareno de San Pedro lucía una túnica de terciopelo burdeos ligeramente bordada. Casi con total seguridad, la túnica no pertenecía a la Hermandad, sino que se trataría de una prenda de culto interno.
San Francisco
La Hermandad de San Francisco, solía procesionar en la época tres pasos: el del Gran Poder, el del Cristo de la Expiración y el palio del Mayor Dolor.
La imagen del Nazareno llegó a sacar túnica de terciopelo morado con bordados en oro y en el año 1918 se sabe que la Hermandad introdujo mejoras en las andas.
En ese mismo año, la corporación restaura en Sevilla, en el taller de Antonio Roldán, la imagen del Cristo de la Expiración y adquiere, también en Sevilla, un paso de caoba con aplicaciones en plata para el Crucificado. En aquella salida, la imagen de la Magdalena, que acompañaba al Cristo de la Expiración en el misterio, lució un mantolín bordado de color burdeos.
En 1914 la cofradía procesiona con un palio bordado que lucía una heráldica en la parte central de la caída (bambalina) delantera, pieza que se remataba con la corona real. El interior aparecía tachonado de estrellas. Cuatro años más tarde estrena candelería, jarras, caídas (bambalinas) de raso y terciopelo y techo de palio. En 1919 saca un palio de Ojeda que originariamente perteneció a la Hermandad de la Macarena y que, en la actualidad, es propiedad de la Hermandad sevillana de la Estrella.
La Virgen del Mayor Dolor, que en 1912 procesiona acompañada de la imagen de San Juan, solía ir ataviada con saya negra bordada en oro y corona de plata y, a partir de 1917, luce, además, manto de terciopelo negro con las vistas bordadas. Dos años después, porta un manto con diseño de Edmigio Serrano y bordados de Consolación Sánchez que, tanto en aquel momento como en la actualidad, pertenece a la hermandad sevillana de la Estrella.
La Merced
La Hermandad de la Merced hacía estación en la época con dos pasos, el misterio del Cristo de las Cadenas y el paso de palio.
En 1913 la Hermandad estrena nuevas imágenes secundarias para el misterio, que habían pertenecido a la hermandad sevillana del Valle, y estrena andas procesionales, ejecutadas por José Gil. La obra puede considerarse el primer gran estreno de una cofradía onubense en el período. A partir de ese año, las mejoras se centran en el paso de palio.
El año siguiente la Virgen de los Dolores luce saya blanca de seda bordada y estrena corona y el paso de palio estrena candelería y jarras. En 1915 la Virgen estrena el manto de Ojeda. Con este encargo, la Hermandad de la Merced reafirma la voluntad de trabajar con los mejores artesanos del momento y estrenar enseres de alta calidad artística. Juan Manuel continuaría trabajando para la Hermandad en los años sucesivos y completaría el conjunto de bordados del paso de palio.
Merece la pena señalar que en 1915 se estrena la marcha ‘El esclavo’, compuesta para la Hermandad de la Merced por el maestro Castillo.
Nazareno
La Hermandad del Nazareno estrena en 1912 un paso para el Señor, que según las crónicas de la época era el de mayores dimensiones de Huelva, y al año siguiente incorpora la imagen del Cirineo, adquirida a la Hermandad sevillana del Valle.
También en 1913 la Hermandad incorpora al cortejo la imagen de la Virgen de la Amargura y, en consecuencia, estrena paso de palio. En aquella salida, la imagen luce manto de gran valor y saya grana bordada en oro. También en aquellos años portó corona del siglo XVII. La imagen de San Juan que acompañaba a la Amargura en el paso también lucía vestiduras con bordados.
En 1916 el palio de la Hermandad es de color negro y está bordado en oro. El techo, por su parte, es de raso blanco.
Santo Entierro
La Hermandad del Santo Entierro procesionaba en la época con tres pasos.
En 1916 la cofradía introduce en el cortejo la imagen de la Virgen de las Angustias, que desde ese primer año viste un manto de terciopelo negro del que solo se conocen las vistas, pero que dejan entrever una prenda de alta calidad. La Virgen también luce ricos bordados y valiosa corona. Las andas procesionales habían pertenecido a la Hermandad de la Merced.
En 1917 la Hermandad sustituye el paso de la urna con el Cristo yacente, por el misterio del Traslado al Sepulcro, conformado por la imagen del Yacente y otras cinco imágenes más. El espectacular conjunto llamaba enormemente la atención en la época y pone de manifiesto la evolución patrimonial de la Semana Santa onubense.
La Virgen de la Soledad procesiona en 1917 con una saya bordada y en 1919 estrena el manto de Rodríguez Ojeda, que en los años sucesivos borda el paso de palio.
Vera Cruz
La cofradía de la Vera Cruz hacía estación con un solo paso, el palio de la Virgen de los Dolores, que en 1914 luce un manto de terciopelo negro bordado en oro. En 1916 estrena un peto bordado. La prensa describe también que la imagen luce saya bordada de color burdeos. En 1919 la Hermandad estrena el soberbio manto que bordara Patrocinio Vázquez según diseño de José Ordóñez. El manto, estrenado en 1905, fue adquirido, como es sabido, a la cofradía sevillana del Valle. Las crónicas cuentan que la Virgen lucía aquel año saya burdeos bordada en plata. También en 1919 el paso estrena dos candelabros de cola. Por entonces, la cofradía ya procesionaba con los actuales respiraderos.
Queda, pues, probado que las mejoras patrimoniales de las cofradías onubenses, a veces adquiridas en propiedad y otras en alquiler, a veces encargadas directamente por las cofradías onubenses y otras compradas una vez eran descartadas en Sevilla, fueron contantes en aquellos años. En suma, a la altura de 1919, la Semana Santa de Huelva contaba, entre otras piezas notabilísimas, con el paso de José Gil (La Merced), con dos mantos de Rodríguez Ojeda (la Merced y Santo Entierro), con el manto de José Ordóñez y Patrocinio Vázquez (Vera Cruz), con el manto de Edmigio Serrano y Consolación Sánchez, con el manto de las Angustias y con dos palios de Ojeda (la Merced y San Francisco). Además, había visto en años anteriores otras piezas de enorme calidad. También hay que recordar que en estos años se la Hermandad del Nazareno incorpora al cortejo la imagen de la Virgen de la Amargura y la del Santo Entierro, a las Angustias. Al tiempo, se reforman misterios y se incorporan imágenes secundarias. No cabe duda de que la situación había experimentado un radical cambio a mejor.
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