
En el repaso que hacemos del patrimonio de las cofradías de Andalucía, vamos a detenernos en una obra reciente: el traje de la Virgen de Setefilla de Lora del Río ejecutado por el taller de Caro según diseño de Gonzalo Navarro, onubense de Cartaya.
El traje que nos ocupa es una pieza de bordado interesante, además de por la calidad del diseño y la ejecución, por la singularidad de la imagen a la que va destinada y por la riqueza del ajuar de la Virgen de Setefilla.
La devoción a la patrona de Lora del Río se remonta a la Edad Media. La imagen pertenece al grupo de tallas góticas de bulto redondo que en el siglo XVI se transforman para convertirse en imágenes vestideras, ante la evolución de los gustos del momento. A lo largo de los siglos, la corporación ha acumulado un valioso patrimonio, que hoy día sigue ajustándose a la moda de la corte de los Austria.
Sin duda, estas circunstancias condicionaban la obra y le conferían cierta dificultad, pero el tándem formado por Gonzalo Navarro y el taller de Caro ha superado con solvencia el reto.
El vestido está compuesto por una saya entera, pieza que tiene su origen en el siglo XVI, y se divide en dos piezas: el cuerpo y la falda. El traje se completa con el manto. También se ha ejecutado el vestido del Niño.
El esquema compositivo es el mismo en todas las prendas, lo que concede unidad visual al conjunto. El resultado final destaca por la elegancia y el equilibrio, lo que se consigue a través de un estudiado diseño en el que los vacíos constituyen un elemento más. Todas las prendas se decoran con idéntica cenefa que remarca la elegancia del dibujo. La decoración se construye a partir de motivos vegetales, heráldicos y el anagrama del nombre de María, que se repiten sobre la prenda en salpicado. Los elementos vegetales se han escogido atendiendo a la simbología de las flores, como la rosa o la azucena, y también a la vegetación propia del entorno de la ermita en la que recibe culto la imagen. La heráldica, obviamente, guarda relación con la historia de la devoción a la patrona de Lora.
El vestido del Niño es una interpretación adaptada del terno descrito.
El diseño del conjunto ha partido del estudio de pinturas de la Virgen de Setefilla, retratos de la realeza y del modelo que representan las obras de bordado conservadas por la corporación. Debido al conocimiento que tanto Navarro como Carla Elena tienen sobre los tejidos y las técnicas del bordado, el dibujo ha tenido muy presente el resultado final. Por este motivo, se ha procurado, en todo momento, que pudiera ejecutarse conforme a las técnicas del bordado de finales del siglo XVI y principios del XVII, estudiadas con detalle, que, finalmente, se han interpretado conforme al estilo propio del taller de Caro. De igual modo, también se ha estudiado la ornamentación característica de los bordados sevillanos del primer barroco.
La prenda está bordada sobre un soporte de terciopelo de seda de color celeste, con hilos de oro y plata y sedas polícromas en diferentes técnicas, como hojilla, cartulinas o milanés, empleando diversidad de puntos. El propio taller de Caro ha destacado la complejidad técnica de la obra. El manto incluye una cartela con la fecha de ejecución del conjunto, que fue estrenado en el año 2018.
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