
El Boletín charla hoy con el bordador Francisco Carrera Iglesias ‘Paquili’, presidente de la Asociación Gremial de Arte Sacro de Sevilla, colectivo que durante la pandemia ha recordado la situación delicada que atraviesan los artistas que trabajan para las cofradías, como consecuencia de la suspensión de las procesiones durante la pasada Semana Santa. La Asociación Gremial de Arte Sacro de Sevilla fue la primera en constituirse en Andalucía y hasta hace unas semanas era la única de su naturaleza en la Comunidad. De manera que constituye una magnífica referencia para conocer de cerca los problemas que afectan al sector.
Pregunta: Podría explicarnos ¿cómo es la situación de los profesionales que trabajan para las cofradías tras la suspensión de las procesiones la pasada Semana Santa?
Respuesta: La situación es complicada. Hay que tener en cuenta que el estado de alarma se decretó en plena Cuaresma y tuvimos que detener la producción que estaba a punto de entregarse a las cofradías ante la inminente Semana Santa. Aquellos trabajos que no pudieron entregarse entonces se están entregando ahora y, de cara a la próxima Semana Santa, no hay ninguna demanda. Los encargos están paralizados. El escenario es de incertidumbre total para el sector. Salvo para los talleres que tenían encargos contratados para ejecutar en varios años, la carga de trabajo en la actualidad es muy pequeña. Por la información que tengo, puedo decir que esta situación, no solo afecta a la ciudad de Sevilla, sino a toda Andalucía.
Pregunta: ¿Se han cancelado contratos?
Respuesta: No, cancelaciones de encargos no ha habido, pero sí se han reprogramado los pagos inicialmente comprometidos ante la situación económica que afecta de lleno a nuestra clientela. Las cofradías han visto reducidos, de forma drástica, sus ingresos derivados, fundamentalmente, de papeletas de sitio, subvenciones, cruces de mayo, feria, veladas…
Pregunta: ¿Cuántas personas trabajan para el sector en la ciudad de Sevilla?
Respuesta: Directamente hay 200 personas trabajando para el sector. Se trata, además, de trabajos muy especializados y estables. Conseguimos superar la crisis de 2008. Pero la de ahora es diferente y el sector empieza a notar las consecuencias.
Pregunta: La Asociación Gremial de Arte Sacro de Sevilla se creó en 2018 y la pandemia ha venido a demostrar que se trata de una idea necesaria.
Respuesta: Yo diría que fundamental. Ten en cuenta que los artesanos se organizaban en gremios durante la Edad Media y, paradójicamente, en pleno siglo XXI no había ningún tipo de organización. No tenía sentido que esto siguiera así. Necesitábamos organizarnos para la defensa de nuestros intereses. Pondré un ejemplo, para hablar con la administración hay que tener un interlocutor. No podemos ir 200 personas, cada una por su lado, a plantear cuestiones a la administración. Necesitábamos organizarnos y tener visibilidad como colectivo.
Me gustaría subrayar, ahora que hablamos de la importancia de la unión del sector, que el ejemplo de Sevilla está cundiendo. Hace unos días se ha constituido la asociación de la provincia de Cádiz, Gadesart, Asociación Gaditana de Artesanos. Sin duda, una buena noticia.
Pregunta: ¿Cuáles son las principales reivindicaciones que tiene el sector?
Respuesta: Son varias. Una es la aplicación de un IVA reducido. Ahora se nos aplica el 21% y queremos que se nos aplique el 10%, como a escultores, tallistas…Se trata de que se nos reconozca la singularidad propia de nuestra actividad, al igual que ocurre con otras. Es que la situación que afecta al sector es paradójica. Un orfebre tributa como empresa metalúrgica y los talleres de bordados, como empresas que se dedican al zurcido de medias y derivados. Hay una absoluta falta de reconocimiento a la singularidad artística que representamos. Es necesario que haya un reconocimiento normativo de cada disciplina, que se tengan en cuenta nuestras peculiaridades. Necesitamos también que se combata la competencia desleal que nos afecta. Hoy día, en cada pueblo, hay un taller. Las personas que lo abren, en su inmensa mayoría, no están dadas de alta y es necesario también que se acredite de manera oficial la excelencia de cada artista o taller. Porque el Arte Sacro no es hacer manualidades. Para hacer Arte Sacro hay que contar con preparación técnica; con conocimientos históricos y artísticos; o hay que trabajar de modo artesanal, lo que convierte cada pieza en una obra artística única. Esta excelencia merece un reconocimiento oficial para evitar el intrusismo, la mala praxis o la competencia desleal. En suma, son varias y muy importantes las reivindicaciones del sector y queremos exigirle a cada administración lo que le corresponde.
También me gustaría añadir que, en su corto tiempo de vida, la Asociación ha conseguido que las administraciones impulsen iniciativas de apoyo al sector: los Ayuntamientos de Sevilla y Huelva han aprobado iniciativas que instan al Gobierno de la Nación a la defensa y protección del Arte Sacro y a aplicar una fiscalidad justa para esta actividad; y, a propuesta de la Asociación, el Parlamento de Andalucía ha aprobado una iniciativa para impulsar la candidatura del Arte Sacro andaluz a patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.
Pregunta: Ha dicho que la semana pasada se constituyó la asociación de la provincia de Cádiz. La unión parece importante, puesto que algunas reivindicaciones afectan a la Comunidad Autónoma y otras al Estado. Es decir, no son reivindicaciones locales.
Respuesta: Por supuesto, la unión del sector sería necesaria y muy positiva. Nosotros empezamos a nivel local en la ciudad de Sevilla, porque queríamos comprobar la respuesta del sector. Pero puedo decir que la respuesta ha sido magnífica. El 80% de los artistas del sector, pertenecen a la asociación y demuestran ganas e inquietud. Ahora debemos ampliar el ámbito de actuación a la provincia y, a partir de ahí, crecer y fortalecernos.
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