La Hermandad de Consolación de Cartaya ha presentado recientemente el nuevo Simpecado. Una pieza bordada por el taller de Caro a partir de un diseño inédito de Ignacio Gómez Millán, uno de los diseñadores más reconocidos del siglo XX. Por el interés que tiene el estreno, El Boletín charla nuevamente con Gonzalo Navarro, encargado del asesoramiento artístico y la dirección creativa del taller de Sucesores de Elena Caro y natural de Cartaya.
Pregunta: Ha debido de resultar emocionante para el taller trabajar con un dibujo inédito de Gómez Millán. En cierto modo, habrá supuesto retroceder casi un siglo, a los tiempos de Esperanza Elena Caro y Gómez Millán, ¿no?
Respuesta: Sí, ha sido muy satisfactorio, tanto para el Taller, como para mí, trabajar en esta pieza tan singular. Por supuesto, ejecutar un diseño inédito de Ignacio Gómez Millán ha supuesto un privilegio que, efectivamente, en cierto modo, nos ha devuelto a una etapa dorada para el Taller: los años de Esperanza Elena Caro y Gómez Millán, dos personas que supieron entenderse a la perfección, lo que permitió al Taller alcanzar cotas artísticas de alto nivel. Pero es importante señalar que, en la actualidad, el Taller sigue trabajando con la misma filosofía y la misma impronta de aquellos años.
Pregunta: ¿Cómo se toma la decisión de llevar a cabo el diseño inédito de Gómez Millán para el Simpecado de la Hermandad de Consolación de Cartaya?
Respuesta: Se fueron dando circunstancias que no fueron buscadas, pero que han resultado decisivas para que el proyecto haya llegado a buen puerto. El Taller, por fortuna, cuenta con un archivo muy rico. Parte de los documentos del archivo están aún sin catalogar, de manera que aún podemos encontrarnos con sorpresas. En el archivo hay dibujos de trabajo, bocetos o diseños a tamaño natural. Además, hay que tener en cuenta que el archivo perdió parte de documentación en las distintas riadas que afectaron a Sevilla a comienzos del siglo XX. Como investigador, siempre he estado interesado en la figura de Gómez Millán y hace algunos años, antes de tener relación profesional con el taller, Carlota Elena me autorizó a investigar en el archivo e intenté documentar todo lo que localizaba. Hace algo más de dos años, la Hermandad de Consolación acudió al Taller a propósito del Simpecado que quería ejecutar, planteé la posibilidad, tanto a la Hermandad, como al Taller, y todo ha coincidido de manera favorable.
Pregunta: ¿El taller conserva en su archivo más dibujos inéditos de Gómez Millán?
Respuesta: Sí, pero no solo de Gómez Millán. También de la mayoría de los diseñadores que han trabajado para el Taller. Hay dibujos inéditos, por ejemplo, de Joaquín Castilla o Cayetano González. En la actualidad, seguimos trabajando en catalogar los documentos, aunque la producción de Gómez Millán es la que se encuentra mejor clasificada hasta el momento.
Pregunta: ¿Qué destacaría de este dibujo de Gómez Millán en relación al conjunto de su producción?
Es de justicia señalar que el dibujo ha permitido desplegar toda la capacidad del Taller, porque no todos los dibujos lo permiten, ni tampoco todos los talleres tienen la capacidad de ejecutar dibujos de esta complejidad técnica. El diseño de Gómez Millán aportaba mucha información, tal es su calidad. Además, se ha llevado a cabo una importante labor de investigación, que, en cuanto a los bordados, he realizado de manera conjunta con Carlota Elena. Se han estudiado piezas antiguas, técnicas de la época…y todo ese repertorio se ha llevado al Simpecado.
Pregunta: Como ha destacado en sus investigaciones, Gómez Millán, además de diseñador, cuidaba con esmero la interpretación y se encargaba de la dirección artística de la labor de bordado. Estos factores habrán supuesto una exigencia mayor, porque se habrá intentado hacer todo a la manera de Gómez Millán, cuidando cada detalle, pero sabiendo, además, que el trabajo tenía cierto valor histórico, puesto que Gómez Millán no vive y su producción inédita será limitada o muy limitada. ¿Es así?
Respuesta: Gómez Millán trabajaba con ese rigor, es cierto. No solo era diseñador, lo que favoreció la excelencia que caracteriza a las piezas que salieron del Taller en la época, tanto en el diseño, como en la ejecución. La interpretación que se hacía de los dibujos era perfecta y Gómez Millán supervisaba todo el proceso. La sintonía profesional que existió entre Gómez Millán y Esperanza Elena Caro es decisiva para entender la producción del Taller en aquellos años.
Pregunta: ¿Se ha podido desarrollar plenamente la idea original o ha existido algún tipo de limitación?
Respuesta: Se ha desarrollado la idea plenamente, lo que era fundamental al tratarse de una pieza singularísima. El diseño, por distintas razones, merecía ejecutarse en el bordado de manera fiel y es lo que ha ocurrido. En buena medida, gracias a la complicidad de la Hermandad de Consolación que, desde el primer momento, entendió que se trataba de una pieza excepcional y ha puesto de su parte todas las facilidades.
Pregunta: ¿Qué destacaría de la pieza, desde un criterio técnico?
Respuesta: En cuanto al bordado, destacaría, sin duda, la riqueza y complejidad técnica. En el Simpecado se pueden estudiar todas las técnicas del bordado. Se ha utilizado el bordado con hojilla, cartulinas, el bordado matizado o ‘milanés’. Puntos como la ‘mosqueta’, ‘dado’, ‘puntita’, ‘ladrillo’, ‘setillo’, ‘media onda’ y ‘pespunte’, tanto simples como combinados. También se han empleado ‘jiraspes’, ‘canutillos’, ‘lentejuelas’ y ‘huevecillos’. Todo esto habla por sí solo de la calidad de los dibujos de Gómez Millán.
Pregunta: El Simpecado tiene una forma original, armónica, pero menos estilizada de lo habitual ¿Se trataría de una innovación del momento?
Respuesta: Sí, la forma es peculiar. Compensada, armónica, pero original. Este dato también habla de la gran capacidad de Gómez Millán, que es autor de una obra interesante, que nunca cae en la monotonía, y que siempre es capaz de introducir innovaciones y de realizar aportaciones. La forma, sin duda, constituye un elemento distintivo de la pieza.
Deja una respuesta