José Carlos Mancha es un joven profesor universitario y cofrade onubense que recientemente ha leído su tesis doctoral, un trabajo premiado que, precisamente, ha estudiado, desde un enfoque antropológico, la Semana Santa de Huelva desde 1937 hasta la actualidad. ‘El Boletín’, interesado por el conocimiento y los trabajos de los jóvenes investigadores, habla de Semana Santa con José Carlos Mancha.

Pregunta: ¿Qué ha investigado en su tesis doctoral?
Respuesta: Destacaría tres líneas de investigación: en primer lugar, las transformaciones sociopolíticas, económicas e ideológicas que se producen, desde 1937 hasta nuestros días, en el Estado, Andalucía y la ciudad de Huelva y cómo esas transformaciones han afectado a la Semana Santa. En segundo lugar, las distintas visiones que pueden existir de la Semana Santa como fenómeno complejo y poliédrico: la de la religiosidad popular, la identitaria, la ecológico-sensorial y la festiva-urbana. Y, en tercer lugar, la instrumentalización que en el período estudiado han hecho o han intentado hacer de la Semana Santa y de las cofradías los poderes eclesiástico, político y militar.
Pregunta: ¿Cuáles han sido las principales conclusiones de la investigación?
Respuesta: En el primer franquismo, de 1937 a 1961, hubo una intensa instrumentalización política de la Semana Santa con el propósito de legitimar la dictadura. La segunda etapa del franquismo, de 1961 a 1979, período que extiendo hasta la fecha de celebración de las primeras elecciones municipales, estuvo marcada por las tensiones. De un lado, las tensiones derivadas del Concilio Vaticano II, claramente negativo para las cofradías a partir de una interpretación que defendía una religiosidad intelectual y denostaba la religiosidad popular en la que se enmarcan las cofradías. De otro, las tensiones que se producen entre la Iglesia y el Estado en este período, lo que también afectó a la Semana Santa. En la tercera etapa, de 1979 hasta nuestros días, sigue existiendo instrumentalización o intentos de instrumentalización.
Pregunta: ¿Cómo se produjo esa instrumentalización durante el franquismo?
Respuesta: Inicialmente, el régimen intentó controlar la sociedad a través de organizaciones como las cofradías. Hay que tener en cuenta que la dictadura prohibió distintas formas de asociacionismo existentes durante la república. Por el contrario, sí se autoriza el asociacionismo popular en la iglesia, procurando reconvertirlo en un asociacionismo corporativo y de representación vertical. Ese intento de control, obviamente, fracasó. Pero los intentos de instrumentalización no cesaron. Por ejemplo, detrás de las fundaciones de algunas cofradías y detrás de las juntas de gobierno siempre había personas cercanas a las estructuras del régimen. También a través de la prensa, del Diario Odiel, hubo prácticas de instrumentalización. Y, por último, hay que citar a los párrocos, que jugaron un papel destacado, sobre todo, durante el primer franquismo.
Pregunta: ¿Podría poner algún ejemplo de esta instrumentalización?
Respuesta: Durante la Guerra Civil, las autoridades del régimen pedían que algunas imágenes salieran en procesión de rogativas y las cofradías accedían. Para entender estos episodios hay que prestar atención a los directivos de las cofradías, que han sido piezas estratégicas en la instrumentalización de las mismas. Otro ejemplo es la versión deformada que se ha intentado imponer de los sucesos de julio de 1936. La violencia iconoclasta no la provoca la república. La provocan grupos localizados de anarquistas y socialistas anticlericales que actúan contra lo que en aquellos momentos representaban la monarquía y el clero, entendiendo a las cofradías como un elemento simbólico por medio del cual habían entrado en disputa contra la nueva legislación laicista y las reformas sociales del primer bienio. Pero la decisión de atacar las iglesias no es una decisión que parta del aparato del Estado. Otro ejemplo claro de instrumentalización se da en el período 1932-1936. Entre 1932 y 1935 las cofradías no salen a la calle en una estrategia por debilitar al gobierno de la república. En 1935, en cambio, con un gobierno de la CEDA y Lerroux sí que hubo cofradías en la calle. En 1936 gana las elecciones el Frente Popular y las cofradías vuelven a renunciar a salir.
Pregunta: ¿Cómo es la instrumentalización que, a su juicio, se produce a partir de 1979?
Respuesta: Como ha dicho el profesor Isidoro Moreno, se ha pasado del nacional catolicismo al municipal cofradierismo. El poder político, especialmente el municipal, ofrece a las cofradías ‘favores’, como las subvenciones, para contentarlas. Por parte de la Iglesia se ha pasado de repudiar el fenómeno a intentar controlarlo, por ejemplo, a través de una normativa que es cada vez más extensa. Encontramos otros ejemplos de instrumentalización religiosa, por ejemplo, en la decisión de las cofradías de pasar en silencio por delante del Ayuntamiento en señal de protesta tras la supresión de la festividad de la Inmaculada en tiempos de los gobiernos de Felipe González; o cuando las cofradías se han expresado en contra del aborto. En estos casos, el posicionamiento de las cofradías no ha respetado la diversidad de ideas, de pensamiento, de valores de los cofrades que las componen.
Pregunta: ¿Usted defiende la visión de la Semana Santa como fiesta?
Respuesta: La Semana Santa es un fenómeno complejo y multifacético que hay que observar desde distintas visiones. Para comprender la Semana Santa esas distintas visiones deben integrarse. Esto es algo que no gusta ni a la Iglesia y ni a los cofrades más ortodoxos, que entienden la Semana Santa, exclusivamente, como un fenómeno religioso. Aunque una cosa son los discursos verbales y otra cosa los discursos factuales. Muchos de esos cofrades ortodoxos dicen una cosa cuando tienen un micrófono delante, pero en cambio hacen otra cosa diferente. De cara a la galería cumplen con un determinado rol y estereotipo, pero en realidad no comulgan del todo con él..
La Semana Santa es un fenómeno de masas y, por definición, es diversa. Aglutina a personas con valores, visiones e ideologías diferentes. Otra cosa es que en las juntas directivas no se de esa diversidad o que esa diversidad sea menor.
Pregunta: ¿La Semana Santa siempre ha sido una celebración con un fuerte componente popular?
Respuesta: Siempre. Durante el franquismo, por los intentos de instrumentalización política y religiosa, se fue perdiendo la base popular y, en parte por este motivo, se llega a la crisis de los años 60 que se prolonga hasta finales de los 70. Precisamente, este carácter popular ha sido la clave para explicar cómo la Semana Santa y las cofradías han podido superar todos los obstáculos que se han encontrado desde tiempos de Carlos III.
Pregunta: ¿Qué valoración hace de las investigaciones que se han realizado en Huelva sobre la Semana Santa?
Respuesta: Depende de la disciplina. En Historia Moderna destacan las investigaciones de David González Cruz y de Manuel José de Lara. Percibo un vacío en el estudio del siglo XIX y comienzos del siglo XX. En este período, lo que se ha publicado parte de los trabajos de Diego Díaz Hierro. Sobre esta etapa decisiva podría decirse que se ha escrito mucho, pero sin un enfoque científico. Es decir, se expone una sucesión de datos, pero no se analizan esos datos. En suma, creo que hay mucho aún por estudiar.
Impresionado, puff, vaya trabajazo y que buenas conclusiones ha sacado el autor del trabajo, increíble…. Muchas felicidades, va a llegar muy lejos con la sabiduría que demuestra.
Interesante libro para descubrir que poco ha cambiado la situación.
Titular acertado de la entrevista.