
La pandemia está teniendo un impacto negativo evidente sobre las cuentas de las hermandades. De ahí que las cofradías onubenses comiencen a adoptar medidas para hacer frente a este contratiempo. La Hermandad del Santo Entierro, por ejemplo, ha acordado en cabildo general eliminar, a partir de 2021, el pago de cuotas en metálico, a través de cobrador, y establecer cuotas extraordinarias obligatorias para todos los hermanos en 2020. Se han aprobado cuantías distintas para los hermanos mayores de edad y para los que no han cumplido los 18 años.
La cofradía estima que la caída anual de los ingresos provocada por la Covid supera el 30%. A esto hay que añadir que la corporación debe hacer frente a los gastos derivados del funcionamiento y mantenimiento de la Ermita de la Soledad.
Pese a la complejidad de la coyuntura, la Hermandad del Santo Entierro tiene el firme propósito de cumplir, total o parcialmente, los compromisos con los proveedores y, de esta forma, contribuir a la sostenibilidad de un sector esencial para las hermandades, que está atravesando una difícil situación a raíz de la pandemia.
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