
En unas semanas, para la solemnidad de la Inmaculada, se hará realidad la primera corona que tendrá la Virgen de los Ángeles desde que, en 1949, fuese tallada por Antonio León.
Estará ejecutada en plata de ley sobredorada por el taller de José Manuel Bernet, autor también del exclusivo diseño que aportará originalidad a una pieza que tiene valor histórico para la corporación de San Pedro.
Estilísticamente se enmarca en el barroco, a través de una decoración de motivos florales que se acompaña de volutas y hojarasca.
El diseño, supervisado por el asesor artístico de la cofradía, Antonio Rivera, ha procurado respetar la iconografía característica de la imagen a lo largo de estas siete décadas. De ahí que se haya concebido con gran calado en el canasto y los imperiales para que aporte luz y ligereza.
Ejecutada en plata de ley sobredorada, contiene algunos elementos en plata y pedrería de aguamarinas, turquesas y perlas.
En el dibujo destacan el escudo corporativo, interpretado de manera original; dos ángeles de juvenil apariencia que lo custodian, que sostienen una rama de olivo, uno, y una hoja de palma, el otro, así como dos cartelas con el cristograma y el anagrama de María; o la tiara que remata la pieza, símbolo de la parroquia mayor de San Pedro, custodiada por dos ángeles que portan las llaves del reino de los cielos. La corona se remata con doce estrellas que emergen a partir de la decoración floral que se intercala entre los rayos de la ráfaga.
La Hermandad ha destacado la generosidad de los hermanos que están financiando la corona con sus donaciones. Al tiempo, ha recordado que aún se está a tiempo de colaborar en la consecución de una pieza que tiene significado histórico para la corporación.
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