
En estas últimas semanas del año, las cofradías se afanan en implementar iniciativas que les permitan generar ingresos extraordinarios en la delicada coyuntura económica que la pandemia ha provocado.
La suspensión de las procesiones en 2020 ha traído consigo, entre otras cosas, una caída notable en los ingresos de las hermandades, porque la recaudación por papeletas de sitio ha sido sensiblemente inferior a la acostumbrada. A esto hay que añadir que las hermandades tampoco han podido montar casetas en las Fiestas Colombinas, ni organizar Cruces de Mayo o verbenas y, será muy difícil que puedan celebrarse en las próximas semanas las zambobas que en los últimos años han venido organizado algunas cofradías para sumar ingresos.
En este contexto, buena parte del trabajo de las hermandades en estas últimas semanas del año, consiste en la venta de lotería, almanaques, colgaduras y hasta polvorones. Porque es prioritario generar los recursos necesarios para hacer frente a las obligaciones económicas corrientes del ejercicio y, si es posible, avanzar con los proyectos patrimoniales en marcha.
Con este mismo objetivo, son numerosas las hermandades que en los últimos meses han puesto a la venta mascarillas anti Covid. Otra iniciativa que ha cosechado cierto éxito entre las cofradías de la Diócesis es la venta de litografías con las imágenes de sus titulares. Estas litografías tienen la peculiaridad de que se iluminan. Por último, en este repaso a las iniciativas que pretenden generar ingresos extraordinarios, citaremos los acuerdos que ciertas cofradías han alcanzado con puntos comerciales en internet para obtener un porcentaje de los ingresos derivados de las compras que los hermanos de la corporación realicen a través del citado punto comercial, importe que se destina a obras sociales.
Con estas y otras ideas, las hermandades intentan capear el contratiempo que, en términos económicos, representa el virus.
Deja una respuesta