Tras repasar en los primeros bloques de la entrevista asuntos relacionados con las cofradías y la Iglesia, ‘El Boletín’ quiso aproximarse a una parcela más íntima de una persona que ha estado sujeta al peso de la responsabilidad durante buena parte de su vida.
Pregunta: ¿Cómo le gustaría que le recordaran los onubenses tras su episcopado?
Respuesta: Como un obispo que quiso acercar Jesucristo a las personas y también acercar las personas a Jesucristo. Como un obispo que invitaba a las personas a seguir el camino de Jesucristo.

Pregunta: ¿Le causa respeto la idea de pasar de una agenda intensa y cargada de responsabilidad a una agenda sin tanta responsabilidad y sin tanta intensidad?
Respuesta: No me preocupa esa idea. Es más, diría que, en parte, me apetece. Han sido años, décadas, de mucha responsabilidad, tomando decisiones que afectaban a muchas personas. Ahora me apetece “rumiar” cosas importantes, algo que no he podido hacer muchas veces por la intensidad del trabajo y la responsabilidad. Creo que la que venga será una etapa diferente, pero también fecunda.
Pregunta: ¿Qué le ha parecido la provincia de Huelva?
Respuesta: Acogedora. Huelva es una diócesis acogedora. Mariana, profundamente mariana. Y generosa. En el aspecto caritativo-asistencial hemos puesto en marcha iniciativas importantes, de calado, que han salido bien gracias al compromiso de muchas personas. Sin duda, la imagen que guardo es una imagen muy positiva.
Pregunta: ¿Cómo imagina sus próximos años?
Respuesta: Me imagino como un cura de pueblo. Siempre he intentado ser y actuar como un cura de pueblo. Continuaré prestando servicio, pero sin la carga de responsabilidad que me ha acompañado durante tanto tiempo. Creo que será una etapa serena que me permitirá vivir la vida evangélica de una manera directa y sencilla.
Pregunta: Defina en pocas palabras su vida de servicio a la Iglesia
Respuesta: La definiría con el lema que escogí como obispo: “Cristo, vida nuestra”. Escogí este lema por el origen de mi vocación. Mi vocación surge y se fortalece a partir de un cartel, de una fotografía, de un sacerdote dando la comunicación a un niño enfermo en el que aparecía una frase que interpelaba al lector: “¿te atreves a ser uno de ellos?” Este lema ha sido como una guía durante mi vida de servicio a la Iglesia, que ha sido un intento de acercar Jesucristo a las personas y las personas a Jesucristo.
Deja una respuesta